La idea de crear un gato Persa con el patrón en puntas de un Siamés había sido algo largamente deseado por los criadores. Con este fin, se produjeron a principios de los años treinta los gatos Persas con puntas coloreadas, llamados Himalayos en los Estados Unidos, gracias a los esfuerzos de Marguerita Gorforth, Virginia Cobb, y Dr. Clyde Keeler. En 1935, luego que los criadores británicos visitaron los Estados Unidos para ver al Himalayo, se produjo un programa de cría de estos gatos en Inglaterra. El programa de cría fue suspendido durante la II Guerra Mundial para reiniciarse después.A mediados de los años cincuenta, se aceptó el Himalayo para su reconocimiento.

El Himalayo necesita ejercicio para estar en óptimas condiciones. Le gusta jugar con su dueño y jugará con juguetes interactivos, correteará pelotas y atacará ratones con catnip, pero deberá estar detrás de él para que se ejercite diariamente.

El pelaje del Himalayo requiere de atención diaria. Se le debe cepillar y peinar para evitar que se enrede. Además, la carita plana debe limpiarse ya que pueden depositarse manchas de lágrima.

El Himalayo es un gato plácido con destellos de actividad tipo gatito. Estará durmiendo bajo el sol cuando de repente explota, corriendo alrededor de la habitación y revolcándose.El Himalayo se extenderá al lado de su dueño, dormirá en su cama y se sentará en su regazo cuando está de humor. No le molestan los cambios de rutina y suele ser amistoso con todos y con todo.